La otoescultura, o cirugía de las orejas, se realiza principalmente para reposicionar las orejas prominentes a una posición más cercana a la cabeza. Esta cirugía correctiva es extremadamente popular entre adultos y niños por igual. En niños se puede realizar desde los 5 años de edad, ya que a esta edad las orejas han alcanzado el crecimiento total.
Cuando el paciente es un niño, se sugiere emplear anestesia general para que el procedimiento no resulte traumático y doloroso. En caso de pacientes adultos resulta diferente, ya que se puede emplear anestesia local combinada con sedación, con el fin de que el paciente se encuentre despierto y sin dolor, pero relajado durante la cirugía.
La cirugía se realiza a través de una incisión en la parte posterior de la oreja con la finalidad de exponerla, se retira piel y el cartílago se modifica y dobla, o se retira hasta aproximarlo a la cabeza, además utilizando suturas permanentes para conservar la nueva posición deseada. Generalmente quedará una cicatriz discreta en la parte posterior de la oreja. La duración es de dos horas aproximadamente.